Y de pronto, Ecuador es un caos

Este post se está comenzando a escribir a las 5 y cuarto hora peruana.

Hoy en la mañana pensaba dedicarme a escribir sobre las protestas y las manifestaciones en España que tanto resonaron el día de ayer allá en Europa. De pronto, en mi twitter comenzaron a aparecer mensajes preocupantes: Un grupo de policías ecuatoriano se insubordinó al gobierno de Rafael Correa debido a la aprobación aparentemente intempestiva de una ley que les quita las bonificaciones económicas por méritos para formar un fondo común que mejore las condiciones de vida de todos los efectivos (según dice Correa, ya que no he podido encontrar por ningún lado la susodicha ley).

Policías protestando contra la ley

Entonces se armó el problema. En un recuento cronológico rápido:

  • Efectivos policiales tomaron el cuartel de Quito, uno de los más importantes del país.
  • Entre abucheos, Rafael Correa se dirige al cuartel en cuestión y, entre abucheos, habla desde un edificio para convencer a la policía de los beneficios de la nueva ley. El mensaje termina de manera apoteósica: «Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor«.
  • La comitiva en la que se retiraba el presidente fue atacada con gases lacrimógenos. Correa, afectado, tuvo que ser atendido en el Hospital de la Policía, desde donde declara que todo es parte de un intento de golpe de Estado.
  • El hospital es cercado por los manifestantes. Rafael Correa se convierte en una suerte de rehén de los policías.
  • Mientras tanto, el canciller ecuatoriano hace una invocación al pueblo ecuatoriano que respalda a Correa. Les pide movilizarse hacia el hospital para rescatar al Presidente, paralizado debido al cerco de manifestantes en el Hospital. El Gobierno mantiene la versión del intento de golpe de Estado.
  • Caos

Ahora son las 5 y media. Correa habla sobre la reunión que ha tenido con los representantes de los manifestantes. «Es imposible conversar en estas circunstancias». Parece que el gobierno no va a dar su brazo a torcer. Corren rumores de que hay dos efectivos y dos manifestantes muertos.

Lo cierto e incuestionable es que Ecuador anda de cabeza. Mientras se declara el estado de excepción en el país del norte, la versión de un golpe de Estado se dice y de desdice y el apoyo internacional hacia la institución del Gobierno Ecuatoriano condena todo intento de sedición… Todo esto cuando Correa considera disolver el Congreso ante el estancamiento de varias leyes de reducción de gastos estatales.

A las 5:45, los medios ecuatorianos reportan que efectivos de la Policía se dirigen a las antenas de los canales del Estado y las emisoras para detener las trasmisiones noticiosas.

¿La democracia en peligro?

Sinceramente, no me importa mucho que al decir esto me esté poniendo de lado parcialmente de Hugo Chávez. No puede haber ningún intento de romper el orden constitucional. Golpe de Estado o no, la defensa de los derechos de los policías se puede dar pero sin caer en estos excesos al punto de colocar entre la espada y la pared al Presidente de la Nación de manera violenta.

Ahora… ¿Es un golpe de Estado? Hay que tomar en cuenta que la coyuntura es frágil. Una voluntad de disolver el Congreso y convocar a elecciones es un hecho que no puede ser considerado como aislado. Pelearte con la policía tampoco es cosa de todos los días. Sin embargo, el apoyo multitudinario hacia la gestión de Correa y el deseo de buscar una solución pacífica parece darle todo el respaldo a un presidente que salió electo en primera vuelta.

Pero qué se yo. Todos los medios del país vecino están trasmitiendo la señal de TV Ecuador, canal del Estado, y me estoy informando a través de TeleSUR. Es muy pronto para poder decir nada.

Entonces, ¿y la libertad de prensa?

Como dije, ¿qué sé yo? Todo lo que escucho son declaraciones de funcionarios del gobierno ecuatoriano que condenan al levantamiento policial. Si existen posiciones contrarias a la ley (o en caso de que sea cierto lo del intento de golpe de Estado) no hay ninguna cobertura que las iluminen. A través de la información que brinda el Estado se ha satanizado a la policía y se ha enaltecido el gobierno popular del Ecuador. ¿Lucio Gutiérrez? ¿el movimiento Pachakutik y sus asambleístas? ¿Qué es eso?.

Que salga el IPYS a anunciar que los medios privados de comunicación han recibido prácticamente una amenaza para retransmitir la señal de la radio y el canal del Estado, que hayan periodistas agredidos por parte de los manifestantes y de la guardia de Rafael Correa, hacen que levante mi ceja inquisidora y me pregunte cuál es el verdadero interés detrás de una protesta policial con una fuerza capaz de tomar de rehén a un presidente y volcar hacia el caos todo un país.

Hasta que vuelva la paz y se reestablezca el orden, Perú y Colombia han cerrado las fronteras hacia su vecino por iniciativa de nuestro presidente aprista que va camino a una asamblea extraordinaria de la Unasur.

Son las 6 y 50 y tomaron la televisión estatal.

Comments
6 Responses to “Y de pronto, Ecuador es un caos”
  1. Jorge Rodriguez dice:

    Buen post, tio.

  2. Marco R. Colombier dice:

    me parece que de sobrevivir (?), Correa va a salir fortalecido con todo esto. el tipo se comportó siempre como un líder, la comunidad ecuatoriana y latinoamericana lo ha bancado, la OEA, UNASUR (que él preside…). de la justicia o no del reclamo de los policías me abstengo de opinar hasta que encuentre más información de fondo.

    • definitivamente se ha ganado el puesto de líder popular. ya quisiera ver por acá a una masa civil tan masiva y motivada por defender a algún político. pero esos pequeños grupos que están buscando desestabilizarlo lograron asustar a todo Latinoamérica de la noche a la mañana. una fuerza tal capaz de haber puesto en jaque a Correa es cosa seria.

      • Marco R. Colombier dice:

        resta ver qué o quién está detrás de tales «pequeños grupos», eh. estas cosas no se gestan de la noche a la mañana. tenemos el antecedente inmediato de Honduras.

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